Eva Hesse, la renovadora de la escultura
Nació en Hamburgo (Alemania) en 1936. Procedente de una familia judía que huía del genocidio Nazi, pasó sus primero años de vida en Holanda, más tarde en Inglaterra y después de muchas dificultades la familia pudo fijar su residencia definitivamente en Estados Unidos. Creció en Nueva York y se formó artísticamente en la Cooper Union y en la Escuela de Arte y Arquitectura de Yale en la que fue alumna de Josef Albers con quien pudo aprender la estética y filosofía de la Bauhaus. Comenzó su andadura artística como pintora expresionista, pero pronto continuó como escultora, entusiasmada con esa disciplina ya no abandonó nunca. La trayectoria de Eva fue inevitablemente marcada por un severo y controlador padre que ejerció la abogacía y una madre que acabó suicidándose, tras un traumático divorcio, cuando la artista sólo contaba diez años y que marcó de por vida por la ansiedad de creerse heredera de la inestabilidad emocional de su madre y que la obligó a acudir a constantes sesiones