“Nahui Ollin” cautivó al mundo del arte con su hipnótica belleza
María del Carmen Mondragón, mejor conocida como “Nahui Ollin”, a 122 años de su nacimiento, que se cumplen mañana, es recordada por su enigmática belleza, misma que la convirtió en musa de varios artistas.
La pintora mexicana además destacó como una incomprendida, rebelde y apasionada del arte, cuya desinhibición marcó su sensibilidad.
De acuerdo con el portal de Internet “2neweb.com”, María del Carmen Mondragón Valseca nació el 8 de julio de 1893 en el seno de una familia acaudalada del Porfiriato, pues su padre era el general Manuel Mondragón (1859-1922).
Desde joven, Ollin sobresalió por su hipnótica belleza la cual puede ser fácilmente constatada en las muchas fotografías que existen de ella.
A los 20 años, la joven artista se casó con el militar Manuel Rodríguez Lozano (1896-1971), quien años después se consagró como uno de los artistas más reconocidos en la historia de la pintura mexicana.
Con el estallido de la Revolución Mexicana la pareja abandonó el país y se trasladó a París, Francia, donde nació su único hijo, quien falleció antes de cumplir un año.
En 1921, en compañía de su marido, Ollin regresó a México y ante el fracaso de su relación, solicitó el divorcio, no obstante, la familia se opuso por lo que de forma temporal continuó con su vida matrimonial, hasta que Rodríguez Lozano conoció a Abraham Ángel (1905-1924), de quien se enamoró.
En ese periodo, la joven Carmen comenzó a frecuentar los diversos círculos de artistas, en los que conoció a Frida Kahlo (1907-1954), Tina Modotti (1896-1942), Antonieta Rivas Mercado (1900-1931), David Alfaro Siqueiros (1896-1974), José Clemente Orozco (1883-1949) y Diego Rivera (1886-1957) , entre otros.
Dicha relación con los artistas de la época, en 1922, la llevó a ser retratada por el célebre muralista Diego Rivera, quien plasmó su belleza en “La creación”, obra que creó en el Anfiteatro Bolívar de la Escuela Nacional Preparatoria.
En esos años, Nahui además se relacionó con Gerardo Murillo “Dr. Atl” (1875-1964), pintor, filósofo, vulcanólogo y activista mexicano con quien comenzó una relación amorosa, que provocó escándalo, controversia y el rechazo por parte de familiares y amigos.
No obstante, la pareja comenzó con una actividad artística prolífica, ella pinta con su particular estilo “naïf”, imágenes típicas de la sociedad mexicana, mientras que el “Dr. Atl” creó sus obras de volcanes.
Pronto esta relación se desmoronó y en 1923 “Nahui” conoció a los fotógrafos Tina Modotti (1896-1942) y Edward Weston (1886- 1958), quienes atraídos por su belleza le realizaron una serie de retratos, destaca el sitio de Internet “conaculta.gob.mx”.
Posteriormente se enamoró del pintor y caricaturista Carlos Santoyo con quien vivió en Hollywood, donde le ofrecieron participar en un filme con “Rex Ingram” (1892- 1950). Sin embargo esta oferta no le interesó y la declinó.
Tras la ruptura con Carlos Santoyo, “Nahui Ollin” se enamoró de Eugenio Agacino (1851-1924), capitán de un barco de la Compañía Trasatlántica Española, con quien viajó a Estados Unidos, Cuba y España, no obstante, durante el viaje Agacino se intoxicó y falleció en Cuba.
Desolada por el fallecimiento del capitán publicó el libro de poemas “Energía cósmica” y compuso varias obras para piano.
En 1945, al lado de pintores como José Clemente Orozco y Pablo O’Higgins (1904-1983), entre otros, exhibió cuatro pinturas en una exposición colectiva en Bellas Artes, la cual se convirtió en su última muestra, pues la artista perdió la razón.
El 23 de enero de 1978, Nahui Ollin falleció en la casa donde pasó su niñez al lado de sus sobrinas, dejando un legado literario y fotográfico en el cual la sexualidad aparece casi como una obsesión.
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