Emily Dickinson."Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía."
Emily Dickinson (Amherst, Massachusetts, 10 de diciembre de 1830 - ibídem, 15 de mayo de 1886).Poeta estadounidense.
De familia puritana, la estricta religión protestante influyó sobre la obra de la artista. La religión, la educación y un padre de hierro la mantuvieron amarrada o a la mansión de la familia o al Seminario para señoritas en Mount Holyoke, en donde aprendió, botánica, astronomía, geología, matemáticas, griego y latín, alemán y otros idiomas.
Pasó gran parte de su vida recluida en una habitación de la casa de su padre en Amherst, y, excepto cinco poemas su obra permaneció inédita y oculta hasta después de su muerte.
Según ella el encerramiento a partir de sus 30 años fue voluntario:” En casa todo lo tenía. Papel para escribir, pies para correr tras de su hombre, corazón para amar y manos para dibujar su suerte”.
Algunos biógrafos cuentan que la vida sentimental de Emily Dickinson recorre los parajes ocultos que van desde los oscuros amores al reverendo Charles Wadsworth al amor a Susan, la esposa de su hermano.
Su poesía naturalista y de alta integridad artesanal, tiene una lírica excepcional. La lírica de Emily se adelanta un siglo en la expresión poética y va incluso más allá del realismo mágico y del surrealismo.
Sus temas poéticos transitan entre dos fuerzas contrarias: el amor y la muerte. Pero también se puede hablar de humor. Emily escribía sermones burlescos para divertir a sus compañeras en el colegio y el seminario: «El papa entró a la iglesia en una silla de manos llevada por varios hombres. Es un buen adorno para cualquier procesión».
Sus temas poéticos transitan entre dos fuerzas contrarias: el amor y la muerte. Pero también se puede hablar de humor. Emily escribía sermones burlescos para divertir a sus compañeras en el colegio y el seminario: «El papa entró a la iglesia en una silla de manos llevada por varios hombres. Es un buen adorno para cualquier procesión».
El sutil ingenio de Emily a veces compendiaba su formación religiosa con el humor, y la hacía escribir cosas como por ejemplo esta carta a un amigo: «Yo soy Judit, la heroína de los apócrifos, y tú el orador de Éfeso. Pero el mundo duerme en la ignorancia y el error y no nos escucha. Entonces, tendremos que arrancar a esta sociedad de sus raíces y plantarla en otra parte. Construiremos hospicios, trascendentales prisiones estatales... y no pocos patíbulos».
La soltura de su humor a veces alcanza los límites de la crueldad: «¿Quién será el periodista que escribe los artículos acerca de esos divertidos accidentes en los cuales los trenes chocan inesperadamente y los caballeros son limpiamente decapitados en accidentes industriales? Vinnie estaba desilusionada porque hoy hubo sólo unos pocos». Cuando una mendiga golpeó a su puerta, escribió: «Hoy no ha llamado nadie, sino una pobre señora que buscaba un hogar. Le dije que sabía de un sitio, y le di la dirección del cementerio para ahorrarle una mudanza».
En Emily convivían la seria concentración de los poetas líricos y el instinto para la comedia de los escritores norteamericanos. A veces tejía elegantes ejercicios de humor fonético, como los seis versos de Lightly stepped a yellow star, donde la música está pautada por el sonido de innumerables eles, y la palabra final, punctual ("puntual") convierte todo el poema en una broma musical al estilo de las desafinaciones mozartianas. Para ella el sol era un farol de alumbrado, el Apocalipsis una mañana después de beber ron y el corazón el cañón de unos revoltosos.
Toda esta deliciosa poesía y este fino humor, no muy bien comprendidos en su época, han sido preservados para la posteridad y muestran a Emily Dickinson, como a Mark Twain, bajo el rostro de la poetisa y artista adelantada a su tiempo en muchos años.
Sus composiciones se agrupan en diversos apartados: "La vida" ["Life"], "La naturaleza" ["Nature"], "El amor" ["Love"], "El tiempo y la eternidad" ["Time and Eternity"], lo que da una idea de las líneas de su inspiración.
La naturaleza, con sus desconcertantes leyes, encuentra en Emily Dickinson una comentarista aguda y serena que, como en el poema "Muerte y vida" ["Death and Life"], sabe expresar, en el consabido esquema de los dos cuartetos, uno de los más tormentosos problemas que turban la mente y el corazón del ser humano.
La poesía de Emily Dickinson está llena de metáforas, con una sintaxis totalmente innovadora, a través del uso y abuso de guiones y mayúsculas, y con un ritmo trepidante.
Tras su muerte, fueron publicando gradualmente sus poemas, sumamente innovadores y sofisticados.
Emily Dickinson definió su poesía con estas palabras: «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía." ».
“Soy nadie. ¿Tú quién eres?/ ¿eres tú también nadie?/Ya somos dos entonces. No lo digas: lo contarían, sabes —/Qué tristeza ser alguien,/ qué público: como una rana decir el propio nombre junio entero para una charca admiradora.
Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie.
Todo lo que sabemos del amor es que el amor es todo lo que hay.
Todo mi patrimonio son mis amigos.
Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro.
La buena suerte no es casual, es producto del trabajo; así la sonrisa de la fortuna tiene que ganarse a pulso.
Triste puedo estar sola; para estar alegre necesito compañía.
Ninguna otra fragata nos lleva a todas partes como el libro.
Si puedo evitar que un corazón sufra, no viviré en vano; si puedo aliviar el dolor en una vida, o sanar una herida o ayudar a un petirrojo desmayado a encontrar su nido, no viviré en vano.
El hoy hace que el ayer signifique.
El dolor que merece la pena no se va tan rápido.
Nunca intenté levantar las palabras que no puedo sostener
La verdad es algo tan infrecuente que es preciso decirla.
La vida es una muerte que prolongamos; la muerte es el gozne de la vida.
El temor, como el morirse, dilata la confianza o la impone.
Las candilejas no pueden mejorar la tumba, sólo la inmortalidad.
No recibo cartas de los muertos, y sin embargo, cada día los quiero más.
Un hoyuelo en la tumba convierte esa feroz habitación en un hogar
No ha sucedido nada sino la soledad, acaso demasiado cotidiana como para relatarla.
La gratitud es el único secreto que no puede revelarse por sí mismo.
Uno aprende, cuando se hace viejo, que ninguna ficción puede ser tan extraña ni parecer tan improbable, como lo sería la simple verdad.
El Cielo ronda tenazmente a aquellos que lo encuentran aquí abajo, y los arrebata.
De las almas creadas supe escoger la mía. Cuando parta el espíritu y se apague la vida, y sean hoy y ayer como fuego y ceniza, y acabe de la carne la tragedia mezquina, y hacia la Altura vuelvan todos la frente viva, y se rasgue la bruma... Yo diré: Ved la chispa y el luminoso átomo que preferí a la arcilla.
El cerebro es más grande que el cielo si los pones uno junto al otro el primero contiene al segundo y sin dificultad te incluye a ti también.
Naturaleza no es lo que vemos, la montaña, el poniente, la ardilla, el eclipse, el abejorro, no, naturaleza es el cielo, naturaleza es lo que oímos, el bobolink, el mar, el trueno, el grillo, no, naturaleza es la armonía, naturaleza es lo que sabemos, no tenemos arte para decirlo, tan impotente es nuestra sabiduría para tanta simplicidad.
Madre estaba hermosa cuando murió. Los serafines son artistas solemnes. La iluminación que no viene sino una sola vez, se posó sobre sus facciones y parecía como esconder un cuadro al ponerla en la tumba.
Sueño con mi padre todas las noches, siempre un sueño diferente, y olvido lo que hago durante el día, preguntándome dónde estará. Sin nadie, continúo pensando. ¿Cómo puede ser eso?
Ya te quieren. Sé simplemente la doncella que eres para mí y te querrán más.
Es cosa tan pequeña nuestro llanto; son tan pequeña cosa los suspiros... Sin embargo, por cosas tan pequeñas vosotros y nosotras nos morirnos.
Vivir es tan asombroso que apenas deja espacio para otras ocupaciones, aunque los Amigos son, si cabe, un acontecimiento más hermoso.
Su pensamiento es tan solemne y cautivador que le deja a uno más fuerte y más débil también, a Sanción de la Dicha.
La idea de que algún día miremos hacia abajo, y veamos los pasos torcidos que hemos dado, desde un lugar más seguro, debe ser algo precioso.
Cada día la vida parece más poderosa, y puesto que tenemos el poder de existir, más asombrosa.
El genio es la ignición del cariño no del intelecto, como se supone la exaltación de la devoción, y en proporción a nuestra capacidad para eso, es nuestra experiencia del genio.
Una carta la siento siempre como la inmortalidad, porque es la mente sola sin el amigo corporal. Deudores en nuestra conversación de la actitud y del acento, parece que hay un poder espectral en el pensamiento que camina solo.
Cuando frecuentaba el bosque de pequeña, me decían que una serpiente podría picarme, que podría coger una flor venenosa o que los duendes me podrían raptar, pero continué yendo y no encontré sino ángeles, mucho más tímidos ante mí de lo que yo pudiera sentirme ante ellos.
Si leo un libro y hace que mi cuerpo entero se sienta tan frío que no hay fuego que lo pueda calentar, sé que eso es poesía. Si físicamente me siento como si me levantasen la tapa de los sesos, sé que eso es poesía. Esta es la única manera que tengo de saberlo. ¿Hay alguna otra?
Sólo sabemos toda nuestra altura si alguien le dice a nuestro ser: ¡Levanta! Y entonces, fiel consigo, se agiganta hasta llegar al cielo su estatura.
Mi vida ha sido demasiado sencilla y austera como para turbar a nadie.
Morir sin morir y vivir sin la vida, es el más arduo milagro propuesto por la fe.
El corazón sigue sollozando en su sueño.
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