Rosa María Calaf critica la 'actual deriva' de los servicios públicos, incluida RTVE
La periodista Rosa María Calaf ha recordado esta mañana su etapa en RTVE, medio en el que dejó de trabajar en 2009. Así, ha afirmado sentirse "afortunada" de que en su "generación" haya podido hacer siempre lo que ha querido, sin 'tropezarse' con nadie en la jerarquía televisiva "que quisiera impedirme el paso. He encontrado jefes y compañeros estupendos".
Sin embargo, la veterana corresponsal ha sido más crítica con la situación actual de la cadena. "Si se continúa en esta deriva actual de lo público se va a instalar la idea de que cada vez es peor y que para qué se va a gastar el dinero en eso. Y al final se acabará desmantelando".
"Me parece tremendo que haya 40.000 personas para recibir a un jugador de fútbol y que no salga nadie a la calle para defender la televisión pública", ha aseverado la periodista catalana en relación a la multitudinaria acogida ayer del nuevo jugador colombiano del Real Madrid, James Rodríguez, en el Santiago Bernabéu.
Unas palabras que han ido acompañadas de una gran ovación durante su conferencia extraordinaria esta mañana en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid. Los aplausos han respaldado el discurso de la periodista desde el principio hasta el final, sobre todo cuando ha puesto sobre la mesa la nula "inocencia de los eufemismos" usados que, en boca de los políticos, se terminan plasmando en la prensa.
"Libia no era una guerra, era una respuesta militar a Gadafi, el Ministerio de Defensa era antes el Ministerio de Guerra, el tabaco es un hábito para las empresas tabacaleras y una adicción para los médicos, una reorganización de los servicios públicos es una privatización, un rescate una intervención, una tasa de crecimiento negativa es una recesión y una severa desaceleración es una crisis de caballo".
Así, ha pedido un mayor "compromiso" con las palabras. "El periodista no puede caer en esa trampa de la amabilidad de las palabras para manipular las ideas", ha advertido. Un camino que sólo lleva a "provocar una reacción emocional que va más allá del significado de la palabra, que busca más adhesión que reflexión o debate".
La periodista catalana ha exigido también la necesidad de "regañar" al político desde los medios de comunicación, "desenmascararlo para evitar que los errores o falsedades acaben calando en la percepción pública de la realidad".
Pero se trata de una tarea colectiva plagada de preguntas ante el flujo de información continuo, ante una avalancha de información contenida al mismo tiempo en canales relativamente nuevos, como las redes sociales.
¿Los medios reflejan la realidad o la inventan? ¿La noticia está donde están los medios o los medios donde está la noticia? "Hay que cuestionar lo supuestamente incuestionable. El periodismo nunca ha sido fácil, tiene que luchar contra el silencio, la invisibilidad, adentrarse siempre mas alla del qué y sobre todo preguntarse a quién beneficia, porque tirando de ahí se suele llegar al fondo de las cuestiones". Aunque "estamos en un periodismo de usar y tirar. La empresa informativa está más interesada en hacer caja que en la excelencia periodística, y en el peor de los casos a servir a partes interesadas", ha lamentado.
Un peligro que también acecha en las llamadas democracias consolidadas. Para Calaf, la violencia hacia los periodistas en estos países quizás no es física, pero el castigo sí existe, aunque de una forma más sofisticada, en forma de descrétido, prejubilación, despido, precarización.... "El no dejar saber ha sido siempre una forma de dominar".
En este sentido, la comunicadora ha alegado que "hay más periodistas creando información desde gabinetes que buscando o contrastando esa información que se recibe".
Y ante la rápidez, la inmediatez y la superficialidad de algunas informaciones, Calaf ha recomendado "no dejarse atrapar" y encontrar tiempo "para pensar, investigar y saber realmente qué es lo que pasa. Hay que tener una pequeña alerta que siempre nos haga reflexionar ante todo aquello que recibimos. Hay que crear ese hábito y no es fácil".
Pero, como ha recordado la periodista, se trata de escoger: "descansar o ser libres", como una vez dijo el historiador ateniense Tucídides. Y mientras tanto, "contra esos cuentos buena formación y buena información", ha sentenciado.
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