Bruce Jenner: “Llamadme Caitlyn”
Los últimos años ha sido el ‘padrastro de’ en un reality cuyo título no incluía su apellido. Bruce Jenner ejercía de secundario en Keeping Up with the Kardashians, donde Kim Kardashian y sus hermanas brillaban como protagonistas de un producto frecuentemente criticado por vacuo y frívolo. Con la exposición pública de su proceso de cambio de sexo esta semana en la portada de Vanity Fair, Bruce (ahora Caitlyn) no solo ha superado en repercusión cualquier selfie de sus hijastras, se ha convertido en un símbolo de la lucha por los derechos y la visibilidad de los transexuales en Estados Unidos. Hasta el presidente Barack Obama se ha pronunciado en Twitter, alabando su “valor” al compartir su historia. Pero también ha recibido críticas. Hoy Jenner vive su segundo momento de gloria. El primero tuvo lugar en 1976, cuando se convirtió en héroe nacional al proclamarse campeón olímpico. Como mujer y casi 40 años después, proclama que su vida anterior “fue una mentira”. Para ella no hay mayor logro que haber pronunciado el titular de portada de la revista: “Llamadme Caitlyn”.
Los Juegos de Montreal siempre serán recordados como los de Nadia Comaneci. Mientras la gimnasta rumana deslumbraba al mundo, William Bruce Jenner (Nueva York, 1949) conseguía el oro en decatlón, con récord mundial incluido. Un éxito que le convertía en ídolo para los estadounidenses. Aún en plena Guerra Fría, el atleta devolvía a su país uno de los títulos más importantes de los Juegos, que cuatro años antes en Múnich había quedado en manos de la URSS. Entonces encarnaba el ideal de héroe americano. Hijo de un combatiente de la II Guerra Mundial que ganó la plata en los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos del Ejército de 1945 en Alemania. Deportista desde pequeño, y campeón olímpico tras años de duro entrenamiento en los que su primera mujer mantenía la economía familiar mientras él entrenaba y vendía seguros de vida. Tras Montreal y con solo 26 años, Jenner decidió dejar el deporte y aprovechar su popularidad para ganar dinero con contratos publicitarios, charlas motivacionales y una carrera como actor de series y telefilmes. También varios noviazgos y tres matrimonios, el último en 1991 con Kristen Mary Houghton, exesposa del abogado Robert Kardashian (conocido por el caso de O. J. Simpson), y con la que ha tenido dos hijas. Jenner es padre de otros cuatro hijos, dos con cada una de sus primeras mujeres.
Por otro lado, miles de detractores han enviado una carta firmada al COI pidiendo que le quiten la medalla de oro obtenida en 1976, por haber violado los estatutos olímpicos que impiden a una mujer competir como un hombre, ya que Jenner ha declarado ser una mujer en un cuerpo de hombre desde siempre. Una iniciativa que ha generado en la Red una respuesta contraria, que tilda de ridícula una petición amparada en un argumento surrealista que enmascara una evidente transfobia. Mientras, asociaciones de transexuales le piden que ayude económicamente a un colectivo que en EE UU tiene tasas de desempleo que rondan el 30% y una alta marginalidad relacionada con la prostitución o la cárcel. Jenner asegura en Vanity Fair que quiere que su próximo reality, un documental en el que contará su proceso de cambio de sexo, sirva para que baje la tasa de suicidio de las personas transgénero, nueve veces superior a la media del país. También está decidida a aprovechar su momento y ya ha recibido ofertas de varias marcas de cosméticos para ser su imagen.
Según sus palabras, “al final todo esto trata de mi vida, de quién soy como persona”. Y no cierra las puertas a un nuevo amor, puntualizando la diferencia entre tendencia sexual e identidad de género al dejar claro que a ella le siguen interesando las mujeres. Podría haber una nueva señora Jenner. Señora de Caitlyn Jenner.
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