ENTREVISTA A PILAR AGUILAR CARRASCO
Investigadora, escritora y crítica
Entrevistamos hoy a una mujer jiennense interesante, que luchó contra el fascismo y por la democracia. Por ello fue detenida y encarcela. Tuvo que exiliarse a Francia. Volvío con la amnistía del 76.
Hablamos de Pilar Aguilar Carrasco, nacida en 1946 en el municipio segureño de Siles. A muy corta edad le diagnosticaron una enfermedad, y sus padres la enviaron a Madrid (donde aprendió a leer) y luego a Francia. Volvió a España a cursar Filología Francesa, concretamente en Sevilla, que fue donde se hizo militante antifranquista y de ahí a muchas detenciones, cárcel e incluso, como hemos comentado antes, el exilio al país vecino.
Durante el exilio, además de trabajar y militar con los emigrantes españoles, estudió Ciencias de la Educación e hizo la Maîtrise en Sociología de la Educación (Universidad René Descartes de París). Con la Amnistía de 1976, regresó a España pero, acabada la transición, el desencanto y el descontento (pues ella quería una sociedad mucho más avanzada) la empujan a regresar a Francia, donde compagina el trabajo como profesora de español con el estudio de otra carrera: la Ciencias Cinematográficas y audiovisuales (Universidad Denis Diderot de París). Es aquí donde descubre el feminismo cuya filosofía y forma de vida (como bien dice en su blog http://pilaraguilarcine.blogspot.com.es/) le han acompañado hasta ahora.
En los años 90 regresó de nuevo a España y comenzó a escribir sobre análisis audiovisual, su actual profesión. Sus análisis giran en torno a la manipulación machista y patriarcal de la representación cinematográfica. Como ella dice: “Pretendo hacer visible lo invisible”.
Además imparte docencia en másteres y posgrados de varias universidades, así como cursos y conferencias.
Su trabajo ha estado identificado por sus ideales, y gracias a él también ha sido galardonada varias veces. El más reciente y merecido ha sido el Premio Meridiana 2015 en la modalidad de "Iniciativas en los medios de comunicación o publicitarios” por el Instituto Andaluz de la Mujer de la Junta de Andalucía.
Pasamos a conocer algo mejor a Pilar Aguilar, su visión de la vida y sobre la provincia de Jaén.
P.- Como hemos dicho anteriormente, tuviste muchas idas y venidas desde España a Francia, ¿cuáles fueron tus mejores vivencias en el país vecino?
R. La primera vez que fui, tenía 11 años. Y, por contraste con lo que se veía en mi pueblo (eran los finales de los años 50) aprendí algo crucial en mi vida: que se podía ser mujer y estudiar, pasear sola, hablar de igual a igual con los hombres…. También percibí el aprecio que se tenía en Francia por la cultura. Esas fueron mis mejores vivencias de mi primera estancia.
P.- ¿Qué echabas más en anhelo durante todos esos años exiliada?
R. Bueno, yo no me sentía mal en Francia porque cuando me exilié ya hablaba la lengua y conocía la cultura francesa por haber vivido allí anteriormente pero, aun así, saber que no puedes volver a tu país, es duro. Aún recuerdo el impacto cuando las autoridades francesas me dieron el pasaporte y leí: “Válido para todos los países del mundo excepto España”. Eso siempre impresiona y angustia porque mi familia, mi marido, mi pueblo estaban aquí.
P.- Aunque regresaste a España tras la Amnistía de 1976, volviste a ir a Francia, ¿cuáles fueron las causas que motivaron el retorno al país francés?
R. La transición fue gratificante porque suponía la conquista de la democracia pero también fue dura para quienes militábamos en partidos a la izquierda de PCE ya que nosotros queríamos ir más allá, mucho más allá y nos dimos cuenta de que no era posible. Sufrimos una decepción profunda.
P.- ¿Qué echaste más de menos de tu tierra, de Siles?
R. La sierra, sin duda. Ese paisaje tan montaraz y tan bello. Su luz diána y cambiante, sus riscos y quebradas… Sus fuentes, sus lagartos…
P.- En multitud de entrevistas e incluso en tu blog personal, dices que en Francia conociste el feminismo y que desde ese momento ya es tu filosofía y tu forma de vida. ¿Cómo lo conociste y qué es lo que más te atrajo?
R. En cierta manera, como muchas otras mujeres, yo siempre había sido feminista. Feminista vital e intuitiva: no me resignaba a que, por haber nacido del sexo femenino, mi vida tuviera que verse limitada y sometida a la voluntad de otros. Pero la toma de conciencia del feminismo como filosofía y militancia fue más tardía y resultó un proceso progresivo aunque bastante rápido. Ocurrió cuando conocí a mujeres feministas. Ellas me hicieron comprender que lo que yo vivía de modo individual era una realidad social que concernía a todas las mujeres.
P.- En la actualidad eres una de las críticas de cine y televisión que analizas la visión machista de muchas películas, series… que vemos en las pantallas. ¿Qué piensas del cine y de la televisión actual?
R. Sería largo responder porque son muchos los aspectos que habría que analizar. Así, por ejemplo, habría que hablar del poder social que el relato audiovisual ha ido adquiriendo en los últimos cincuenta o sesenta años. O de que los cambios que progresivamente ha ido experimentando (por ejemplo –y a partir de la última década del siglo pasado- en la representación de la violencia), etc. etc. Es imposible resumir. O, por centrarme en lo que más me irrita: la ausencia de protagonismo de las mujeres (el 90% de las historias giran sobre los varones), su ninguneo y el sometiendo simbólico que se sigue difundiendo a través de la ficción audiovisual puesto que, en la mayoría de los films, las mujeres solo aparecemos como “complemento” del relato de otras vidas. Me parece insoportable.
P.- ¿Ser feminista te ha traído problemas en los años actuales?
R. Ser feminista es problemático, en efecto. Formar parte de la vanguardia ideológica y política es siempre dificultoso porque supone ir en contra del pensamiento mayoritario. Supone estar en continuo cuestionamiento. Supone estar siempre enfrentándose con el orden establecido. Pero yo creo que, por duro que sea, merece la pena, por supuesto.
P.- Con los años el cine y la televisión han ido cambiando, sobre todo desde los años 80 hasta la actualidad, ¿crees que deben de seguir esos cambios para ser menos machistas?
R. Como dije antes, hay cambios en todos los órdenes de la representación audiovisual. Desgraciadamente, no todos positivos. Respecto al machismo, la misoginia, la anulación simbólica de las mujeres, sigue siendo predominante pero, con todo, también ahora se realizan películas y series con tienen otros puntos de vista más avanzados.
P.- Hablando de cine, televisión, etc… ¿Qué película y qué libro son tus referentes y por qué?
R. Muchas y muchos. Soy muy eclética y, en ese sentido, tengo gustos variados. Puedo apreciar estilos, épocas, géneros, etc. muy diferentes. Y para colmo, llevo años viendo cine intensamente. Cuando estoy en París, veo normalmente dos o tres películas al día. De las miles de películas que he visto, unos cientos me han gustado por diversas razones y me resulta difícil hacer una lista de media docena. Con los libros me pasa igual (aunque leo menos, claro).
P.- Nos interesaría saber tu opinión sobre los actores y actrices, así como la elaboración del cine andaluz.
R. Pues te digo lo mismo que antes: resulta difícil resumir pero, así a bote pronto: Josefina Molina (que es Cordobesa), su film Función de noche es un referente del cine español. Últimamente me ha entusiasmadoCamina y amen, de Paco León. Pero hay otra mucha gente haciendo muy buen cine, no solo ficción sino también documentales… O sea, quiero resaltar que hay gente muy creativa, con ganas de contar cosas y con capacidad para hacerlo. No faltan creadores, artistas, actores, actrices… no falta entusiasmo, tesón, capacidad… falta que los poderes públicos tengan una convicción más inteligente sobre la cultura y la creación y comprendan que apoyar la creación audiovisual no es tirar el dinero, sino al revés, es una inversión rentable incluso desde el punto de vista estrictamente económico.
P.- ¿En Jaén hay pasión por el cine? ¿Crees que se necesita un cambio?
R. No sé si en Jaén hay más o menos pasión que en otras provincias. Como bien sabemos, las “pasiones” se fomentan o se socavan, se educan o se malforman. Yo pienso que el currículum educativo debería incluir la formación crítica en el relato audiovisual. Es un disparate que en un mundo como en nuestro, fagocitado por la representación audiovisual no haya ningún proceso formativo al respecto. Ningún espacio para analizar y pensar las imágenes y sus mensajes, o analizar el poder emocional de su lenguaje sobre nosotros. Soltamos a las nuevas generaciones ante las pantallas sin preocuparnos en darles unas mínimas pautas interpretativas y reflexivas, en formar espectadores inteligentes (remedando el título de mi primer libro).
P.- Sabemos también que eres autora de varios libros y ensayos. ¿Cuál ha sido el que más quebraderos de cabeza te ha dado? ¿Y el que más te ha gustado editar?
R. Cada trabajo tiene sus dificultades y sus placeres. Con mi último libro, No quise bailar lo que tocaban, he explorado una nueva relación con los lectores y lectoras diferentes porque este libro (contrariamente a los anteriores que eran ensayos) es una “novela”, del género que ahora se llama “autoficción” y lógicamente, las claves son otras.
P.- ¿Qué películas nos recomiendas a ver al menos una vez en la vida y por qué?
R. Muchas, como ya dije antes. El cine y, en general, la ficción audiovisual no tiene una única función. Sirve para distraernos, por supuesto (aunque, como es bien sabido, hay distracciones más o menos inteligentes o cutres), pero también sirve para enseñarnos a vivir, para explicar lo que nos rodea, para explorar mundos nuevos, para mostrar la variedad del universo humano, para contar la realidad de otros países, otras culturas, otra gente. Yo, por ejemplo, pienso que casi todo lo que realmente sé de China actual, lo sé por el cine. Más allá de los datos macroeconómicos o macropolíticos es el buen cine chino el que me enseña cómo viven, se divierten, sufren, se relacionan, etc.
P.- ¿Cuáles son para ti las peores películas que se han hecho tanto en el cine internacional como en el español, en base a tus ideologías?
R. Tampoco sabría hacerte una lista. Las hay espantosas. Espantosas por la propuesta social que hacen y, concretamente por el machismo. Pero creo que no soy de hacer listas ni de mejores ni de peores. Porque, además, también depende de la época del lugar y, por supuesto, de a quién vaya dirigida. No se puede aconsejar o desanconsejar lo mismo para un adolescente que para una persona de 40 años. Ni lo mismo para alguien que, como yo, ve mucho cine o para alguien que no esté acostumbrado a confrontarse con formas narrativas extrañas. Siempre teniendo en cuenta y exigiendo unos niveles de calidad, por supuesto. No creo que alguien de veinte años y poco nivel formativo tenga que ver tonterías, pero, claro, no les aconsejaría que vieran de entrada esas pelis chinas a las que antes me referí.
P.- Para ir terminando, nos gustaría que nos hablases de tu tierra, de Siles. ¿Qué recomiendas que visiten a aquellos lectores que no conozcan esta maravillosa tierra de las fronteras de Jaén?
R. Yo creo que la Sierra de Segura es una maravilla. No solo la sierra de Segura, claro, todo el parque natural que incluye también las sierras de Cazorla y las Villas, aunque yo la parte que más conozco es la de Segura. Y no lo digo que sea una maravilla por pasión de “indígena”. Cuando estoy aquí, mucha gente viene a visitarme (incluid*s extranjer*s) y todo el mundo queda prendado y sorprendido.
P .- Algo más que quieras decir y/o reivindicar.
R. Pues si me pongo ya “desmelenada” a reivindicar, diría que quiero un mundo más justo, más igualitario, más respetuoso con el planeta y, por supuesto, libre de machismo.
Muchas gracias por tu interés, por abrirnos paso a una persona de reconocido prestigio y que lleva a Jaén en por donde quiera que pisa, y queremos desearte desde la web de LAS VILLAS y desde la revista digital ARGENTARIA lo mejor para tus proyectos y para tu vida personal.
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